“Todo lo que quería lograr lo he logrado”, era un pensamiento recurrente, que no venció la constante exhortación de su público, “Pa’ lante”; la misma que ahora le sirve de punta de lanza para su regreso a la televisión por la puerta ancha con Telemundo.
Sin temores, sin nada que probar, sin filtros ni dobleces, la periodista cubana vuelve por sus fueros en “Pa’ lante con Cristina”, los domingos en horario estelar a partir de octubre.
Saralegui admitió que su salida de Univisión fue un golpe inesperado, pero a la larga, “terminaron haciéndome un favor”. “Cuando sucedió quedé en ‘shock’, estaba confundida y muy deprimida. Pensé seriamente en retirarme.
Todo lo que quería lograr lo había logrado, en la radio, en la prensa, en la televisión, en las revistas”, ilustró quien por 21 años fue figura emblemática de Univisión.
Hace diez años, recordó, tuvo un acercamiento del pasado presidente Don Browne y Telemundo para dar el salto, pero no lo hizo por fidelidad. A este punto, tampoco piensa hablar mal de sus pasados empleadores y no les interesa la estrategia que estén delineando para contrarrestar su llegada a la competencia. Lo que sí aprendió es a “no poner todos los huevos en una misma canasta”.
“Es muy feo echarle con el rayo a alguien que te ha dado de comer por tantos años. Yo no estoy en eso. No tengo ningún resentimiento. Las personas nuevas que están en Univisión yo ni las conozco. Ellos no son Univisión, somos nosotros y ahora yo soy Telemundo”, reafirmó.
Quien “he trabajado como animal desde los 16 años”, reconoce que hay una tendencia errónea y generalizada a devaluar a las personas mayores en los medios de comunicación. “Para la gente nuestra, ser mayor, ser gordita y ser abuela es cosa fea y pienso que es absurdo.
¿Quién me va a quitar a mí la experiencia que tengo de cuatro generaciones, ese cariño y credibilidad? ¿Tú crees que una niña que parece Miss Universo, que dice par de boberías es periodista?”, ripostó con la fogosidad que la caracteriza, al tiempo que insistió que los que prescindieron de sus servicios la favorecieron.
“¿Qué me hicieron? Buscarme mejor trabajo, me pagan más, estoy en mi mismo estudio, con toda mi gente… me hicieron un favor”, opinó antes de recordar lo que le dijo a Verónica Castro sobre su salida temporal y la de Susana Jiménez de la televisión. “No te preocupes, todas volvemos y ya volvimos… Los que mandan no son los ejecutivos, es la gente que te premia con su auditoría”, señaló.
Con el ímpetu renovado, Cristina ofrecerá “un bloque” de entrevistas y variedades desde Dolphin Studios en Miami, donde Telemundo ha construido una “gran casa” con lo más novedoso de la tecnología.
Exclusivas con celebridades, presentaciones musicales y elementos sorpresas, dominarán esta nueva etapa, en la que a la 12 veces ganadora del Premio Emmy, no le atemoriza enfrentarse a “Mira quién baila” y mucho menos a “Protagonistas”, que conducirá su gran amigo Ernesto Laguardia.
“No me importa… Sería pecado pedirle más a Dios. Los caballos de carrera, cuando son finos y buenos, no miran para el lado y tampoco para atrás, sólo para el frente, porque sino, pierden la carrera”, compartió sobre un consejo que le dio Marcos, su esposo por los pasados 29 años.
Su marido también es su gran amigo. Conoce y acepta sus múltiples facetas, desde la mujer fuerte, “porque si no eres así te pasan por arriba con una ametralladora”, “dejar ir mi feminidad”, pero también la de “abuelita bobita”, que se sienta en el suelo a jugar con su nieta Cristina María, de ocho meses y que recién está aprendiendo a caminar.
Esa misma Cristina, también apoya a rabiar a su nieto mayor, Domenic Marco, de 12 años, al que describió como “un niño bello”.
Sus hijos y sus nietos también han crecido ante las cámaras. “Es mi público y es su público”. Por su audiencia, repitió, vuelve. “Amaba tanto comunicarme con la gente que me aguantó 21 años, que por ellos acepté el reto y no me fui de crucero por Alaska o el Caribe”, indicó.
La productora está consciente que hay quienes la adoran, la odian y la toleran. A todos les advirtió: “O les gusto gorda o no les gusto gorda” y descartó someterse a alguna cirugía para cambiarlo.
A su público, le dice, “nunca voy a desvincularme de 21 años de trabajo (con “El Show de Cristina”). Es lo que hago, lo que soy”.